Edurne ha seguido el siguiente proceso de trabajo:
A través de la leyenda Japonesa, que dice: "si construyes mil grullas de papel, se te cumplirá un deseo".

El proyecto le surge por azar. Edurne encuentra una grulla de papel de bombón, cómo si alguien la hubiese colocado allí para ella. Comienza a gestarse su obra de las mil grullas a través de la recolección y la colección.
La madera le viene donada por su hermana, que le regala las sobras de una tarima de suelo de roble, hasta que se le termina.
A su vez, quiere crear una gran colección de grullas diferentes sobre soportes distintos, jugando con el color en acrílico y la materia, desarrollando una labor de recolección de texturas, telas y fondos obtenidos de toda clase de revistas, anuncios y publicidad. Así comienza a crear unos libros de artista en collage, con papeles recortados y pegados. Dando inspiración a toda la obra hasta completarla finalmente con las mil grullas.