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“The queue”. Es una gran serie, que se compone
de personajes dibujados en grafito sobre tabla, esperando
en una fila. Una acción incómoda donde el
tiempo se detiene y las poses divertidas se encadenan
unas con otras, creando historias entre ellas, donde cada
personaje tiene sentido en sí mismo y a su vez
se complementa con el conjunto.
Edurne encuentra estos personajes en sus viajes, a través
de la búsqueda incansable de personas peculiares
y se sirve de ellas para la creación de su serie.
Juega con el espacio-tiempo, y con la creación
de estereotipos muy instaurada en la sociedad contemporánea
actual.
Existe una preferencia sustancial por el uso del lápiz
grafito en sus obras, una mirada al dibujo primitivo,
donde juega con la técnica y se adentra en unas
texturas sinuosas y de escalas de grises muy trabajadas
creando su universo personal.
Considera que las colas de personas unifican en un momento
y un lugar determinado a personas de muy diversas procedencias,
creando vínculos entre ellas. La cola tiene una
estrecha relación con el concepto espacio-tiempo:
cada persona adquiere una consciencia de cada segundo
que pasa y la propia cola se perpetúa en el tiempo.
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